viernes, 14 de mayo de 2021

Ondas p y s



Las ondas sísmicas viajan más rápido en el

manto que en la corteza, porque éste se compone de un material más

denso. Por consiguiente, las estaciones más lejanas al origen de un

terremoto reciben ondas que han viajado a través de las rocas más

densas del manto y por tanto han adquirido mayor velocidad.

En 1914 se descubrió el núcleo terrestre y se definió un borde agudo del

núcleo y el manto a 2,900 km de profundidad, donde las ondas P se

refractan y disminuyen velocidad. 

Existen estudios más detallados que muestran otras divisiones como el

área de baja velocidad ubicada entre los 60 y 250 km de profundidad,

que se interpreta como una zona de alta plasticidad de los materiales

del manto, y la discontinuidad de Wiechert que se manifiesta a los 5,150

km y parece diferenciar al núcleo en dos partes concéntricas.

Sabemos entonces, siempre por métodos indirectos, que la Tierra está

formada por diversas capas de distinta densidad y composición. La

corteza es la parte más superficial del manto y hasta una profundidad

de unos 100 km se denomina litosfera. A los 2,950 km de profundidad

se describe la discontinuidad llamada de Gutenberg o fundamental, que

separa el manto inferior del núcleo externo. Al pasar del manto al núcleo externo, aumenta la densidad (de 5.5 a 10 g/cm3) pero disminuye

drásticamente la velocidad de las ondas P (de 10.5 a 8.0 km/s), y las

ondas S no se transmiten. Esto indica que el material del núcleo externo

es líquido. Tanto la densidad como la velocidad de las ondas P aumentan

con la profundidad hasta llegar a los 5,150 km, donde se encuentra la

discontinuidad denominada Lehmann entre el núcleo externo y el núcleo

interno; este último es sólido y llega hasta el centro de la Tierra situado

a 6,371 km de profundidad. 

Ondas p y s

Las ondas sísmicas viajan más rápido en el manto que en la corteza, porque éste se compone de un material más denso. Por consiguiente, las...